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ENTREVISTA

El Gobierno quiere que tú seas un árbol, que vegetes sin moverte a ningún lugar

Pedro tiene 57 años, vive en Santiago de Cuba y es ingeniero mecánico.

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Si pensara en su alimentación diaria, ¿diría que come realmente lo que quiere y considera saludable? ¿Qué factores influyen en sus decisiones a la hora de elegir qué comer?

 

No, en realidad comer lo que uno quiere es imposible por dos razones: una el tema económico y otra lo que se surte en los mercados que no es muchas veces ni lo que uno desea ni en el momento que uno desea, sino que es cuando aparece. También influye la calidad de los productos pues yo puedo querer cierta calidad, pero no la hay, debo conformarme con lo que puedo encontrar.​

A la hora de elegir qué comer influye lo mismo, el tema económico y lo que aparece en el mercado. Hay una cosa, con mi nivel de ingresos sería imposible alimentarme de la manera que quiero, mucho peor con el tema de la dieta, yo tengo una enfermedad renal y debo consumir alimentos con unos requerimientos que sencillamente no están en el mercado y cualquier sucedáneo es muy caro.

Para muestra un botón, hasta hace poco Salvador Valdés Mesa reconoció en la televisión nacional que un jubilado o un trabajador con salario promedio no puede sobrevivir aquí.

¿Cuáles son los alimentos más importantes en su dieta y de qué forma accede a cada uno?

Los alimentos más importantes en mi dieta debieran ser el pollo y el pescado por el tema de salud, pero no tengo forma de acceder frecuentemente a estos alimentos debido a su coste. Por ello he tenido que sustituirlos por alimentos regulares que me hacen “menos daño” como los frijoles, el huevo y el arroz.

Para acceder al pescado y al pollo debo recurrir al mercado negro, allí el pollo ronda los 300 cup la libra y el pescado entre 900-1200 pesos. En las ferias también se puede conseguir pescado, con precio de entre 500 y 700 pesos, pero estas son escasas y las colas para comprarlo son bastante largas y alguna vez he hecho por gusto la cola pues se ha acabado antes de que me toque.

Los otros alimentos como arroz, frijoles y huevos los compro en el mercado de la calle, o sea negro igual. La cuota de la bodega es risible.

Sí, para mi alimentación yo dependo de la ayuda de mis hijos en el extranjero. A pesar de que soy ingeniero y mi salario llega hasta los 7 mil pesos mensuales, realmente para comer gasto alrededor de 20 o 30 mil pesos, y eso de una manera restringida y moderada; buscando dónde lo venden más barato y comiendo en pequeñas cantidades. Imposible de pagar esto con mi salario, sin la ayuda de mis hijos mi enfermedad seguiría avanzando y me moriría.

Ante la actual crisis económica en Cuba, ¿qué estrategias y opciones tiene para sobrellevar las dificultades que enfrenta?

No tengo estrategia, solo tengo la supervivencia y la misericordia divina. Yo puedo planificarme para garantizar la base de la comida que es el arroz, pero incluso en esto que es tan básico estoy a expensas de que no aparezca o de que suba el precio y se me desajuste el presupuesto. Por ejemplo, estos últimos dos meses el arroz pasó de 200 a 300 pesos, eso es un golpe brutal. Ni hablar de las proteínas o la ensalada, cada día es una sorpresa.

El agua depende de cuando la pone el Comandante (en alusión al sistema de acueductos) a veces llega de manera regular y otras no, además por los apagones cuando coincide apagón con día de agua nos quedamos sin agua pues en el edificio no se puede poner la turbina para bombear.

La electricidad es un caos. Te dicen un horario y no lo cumplen, puede ser más o menos. Como en el béisbol, nos mueven la bola, o sea, nunca sabemos lo que va a pasar, lo que añade una cuota adicional de estrés y pérdida de tiempo.

La estrategia para todo esto es la misma, resistir y vencer. Cada día hay que vivirlo en modo supervivencia, llenando cubos de agua, o poniendo a cargar la linterna para por si acaso.

La seguridad financiera es algo que ya no tengo pues no depende de mi salario por mi trabajo sino de que mis hijos puedan mandarme algo.

El transporte regular no existe, ni interprovincial ni en la misma ciudad, debes optar por medios alternativos que son mucho más caros como carros o guaguas arrendadas. El transporte es un lujo, si no puedes llegar a pie prepárate para no ir a dónde quieres ir. Gracias a Dios yo aún puedo poco a poco llegar caminando a la mayoría de los lugares dónde debo ir. A veces pienso que el objetivo de los comunistas (el gobierno) es que tú seas un árbol que vegete, no te puedas mover, te quedes sembrado en el mismo lugar.

¿Qué sentimientos y emociones experimenta cuando piensa en la labor de garantizar la alimentación en la familia?

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El hecho de disponerse todos los días a conseguir los alimentos que tú necesitas es una aventura. Dependes de lo que encuentres y del precio que tenga. Por ello es un estrés constante, una desazón.

Estoy convencido de que lo que quieren es que nos volvamos locos y no pensemos en más nada que en sobrevivir.

Sí, este estrés me afecta en mi salud mental y en todos los órganos de mi cuerpo. Es un daño, constante que me ocasionan a mi y a todos los cubanos. Por eso es que en Cuba es uno de los países que más problemas hay con la presión alta y diabetes, por mencionar algunos. Nos quieren volver locos

¿Para Ud., cuál crisis ha sido peor, el Periodo Especial o la crisis actual? ¿Por qué?

La crisis actual es una continuación del Período Especial, Cuba siempre ha estado en crisis, incluso antes del Período Especial. Siempre ha faltado comida, lo diferente del PE es que fue un momento en el que no había nada de nada, por eso el Comandante puso ese eufemismo. Entonces ni con dinero podías comprar lo más imprescindible, como viandas o arroz. Tampoco había como moverte, el transporte estaba prácticamente paralizado.

 

Ahora la diferencia es que hay más personas con dinero de familias en el extranjero y en los mercados privados se puede conseguir lo básico con los precios altos, pero, al menos se puede conseguir.

 

El PE  fue terrible, como un campo de concentración, la gente se desmayaba por las calles. Ahora hay gente gorda, eso entonces no existía.

  

Esa crisis fue mucho peor, no había nada de nada, el país no explotó de milagro, ahora vamos poco a poco a ese mismo camino, espero que el país explote antes de que nos maten de hambre.

¿Cómo llegó a escoger esta ocupación/actividad? ¿Influye la crisis actual en ella?

Durante el PE, mi puesto de ingeniero en la fábrica fue por asignación, me mandaron para allá. Mi trabajo era complejo de realizar debido a la enorme cantidad de faltantes para la producción que existían, tal fue así que con el tiempo sencillamente paró la producción y se quedó todo el mundo en el aire.

 

Para conseguir dinero para comer no alcanzaba solo trabajar, uno debía hacer otras cosas para luchar y aceptar trabajos por la izquierda.

 

En mi plaza actual la crisis de hoy influye por una sencilla razón, mi herramienta de trabajo es una computadora, cada vez que cortan la luz, no es que sea un problema, es que directamente no puedo trabajar. Medios extras para mi trabajo como papel y tinta de impresoras son otras cosas que están muy limitados.

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¿Se imaginaría realizarla durante el Periodo Especial? ¿Qué cambiaría?

No sabría como hacerlo, en esa época para empezar no había ni computadoras y la ausencia de electricidad es bastante parecida a lo que hay ahora. Probablemente tendría que dedicarme a otra cosa.

 

Si en esa época pudiera haberme dedicado a otra cosa… no sé, yo nunca me he dedicado ni a hacer negocios ni a nada de eso, pero por lo que sé quizás hubiera dejado la empresa estatal y me hubiera dedicado a la albañilería o plomería, trabajos manuales que, aunque eran más pesados en el tema físico, más menos aparecían y se podían hacer. Trabajos como el de negociante o de merolico eran complicados por el riesgo, eran muy mal vistos socialmente y por la policía, lo que te podía traer problemas si no te sabías mover bien por ese mundo. Ese no era mi caso.

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